"Se vende soberanía a domicilio"

Es repugnante ver al falaz de Montealegre viajar por todos lados pregonando el supuesto fraude electoral del que fue víctima la democracia nicaragüense y la voluntad popular. Ahora se le ocurrió andar viajando por distintos países para denunciar que el Frente Sandinista le robó las elecciones.

En estos momentos, él se encuentra en El Salvador, realizando entrevistas por distintos medios, alegando el ya aburrido discurso del fraude.
Se le metió en la cabeza que va a ir a la Organización de las Naciones Unidas, para buscar la anulación de los comicios municipales, en los que el pueblo nicaragüense fue el gran ganador y él, el gran perdedor.
Mr. CENIS no sabe qué hacer, está desesperado. No sabe a dónde ir, no sabe quién le puede ayudar en su "loable" tarea de defender la democracia.
De esta manera, está logrando que personas extranjeras, puedan opinar acerca de nuestros asuntos. Asuntos que nos compete resolver sólo a nosotros. ¿Por qué Raul Benoit, periodista de la cadena ultraderechista estadounidense, Univisión, puede publicar un artículo en el panfleto La Prensa? ¿Quién le dio el derecho a este señor, de inmiscuirse en asuntos de los que sólo nosotros podemos y debemos resolver?
La respuesta es sencilla: Montealegre. Este títere de la "en-bajada" gringa se ha encargado de darle el derecho a cualquier persona (de derecha y extranjera preferiblemente) de opinar y pretender incidir en la desición soberana de un poder del Estado independiente, en este caso en la insistencia en la anulación de las elecciones.
La soberanía de nuestro país, por la que el General de Hombres Libres y miles de patriotas dieron su sangre, este tipo la anda empeñando, vendiendo, prestando y regalando a su gusto y antojo, con el fin de perseguir un objetivo: desestabilizar el gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional.
Las anisas de poder de este señor son tan grandes, que no le importa ser un VENDE-PATRIA y poner los intereses de sus jefes por encima de los intereses de los nicaragüenses, de los desposeídos, de todos nosotros.
Sólo me recuerda a los verdaderos pactistas conservadores de inicios del siglo pasado, quienes regalaron el país por medio de empréstitos a las transnacionales gringas. Este hombre es la reencarnación de los traidores Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro, los que persiguiendo intereses personales, entregaron al país en bandeja de plata a aquellos burgueses y saqueadores capitalistas.
Hago un llamado a aquellos nicaragüenses capaces de defender con su vida a nuestra nación, para que unamos esfuerzos y defendamos nuestra soberanía, nuestra tierra, nuestras vidas. Montealegre debe aceptar el fallo del Poder Electoral y la voluntad del pueblo, y cesar con la entrega de nuestro país a intereses internacionales.

¡Patria Libre! ¡O Morir!